La transformación de la conciencia de los personajes en el cuento de Juan Rulfo: “¡Diles que no me maten!” a la luz de los postulados de Paul Ricoeur

Abstract

El presente trabajo busca aplicar los postulados de Paul Ricoeur sobre la conciencia, la culpa y el perdón, al análisis del cuento de Juan Rulfo “¡Diles que no me maten!”. Mi interés por el tema surgió años antes del inicio de la maestría, cuando en los cursos de 2007 a 2009 participé en el Círculo de estudios del lenguaje poético en el que abordamos la hermenéutica del sujeto a partir de la obra de Paul Ricoeur. Descubrí entonces al filósofo de Valence que se interesa por temas antropológicos y éticos desde una perspectiva abierta en la que tiende puentes no sólo con exponentes de la filosofía clásica y medieval, como Aristóteles, San Agustín o Santo Tomás de Aquino, sino con autores de la filosofía moderna y contemporánea como Descartes, Kant, Hegel, Heidegger, Husserl y con los que denominó maestros de la sospecha: Marx, Nietzsche y Freud. Ricoeur hizo un estudio profundo sobre el conjunto de los textos de Freud, titulado: Freud, una interpretación de la cultura, en el que reflexiona sobre el valor y los límites en la aportación del médico vienés a la comprensión del hombre. Cuando me planteé él tema de mi tesis, buscaba analizar la transformación de la conciencia en los personajes del mencionado cuento de Rulfo y una alternativa que se me presentaba para estudiar la conciencia era acudir al psicoanálisis de Freud, pero me resistía a dar ese paso que me introduciría en caminos ajenos a la filosofía, e incluso a la literatura misma, lo que me llevó a optar por Ricoeur como teórico de mi investigación, lo que me permitiría además incorporar indirectamente a mi reflexión diversas perspectivas filosóficas de actualidad. En el cuento de Juan Rulfo “¡Diles que no me maten!” los dos personajes principales, Juvencio Nava y el coronel Terreros experimentan una transformación: Juvencio que no sentía ningún remordimiento por el asesinato de su compadre Lupe Terreros, reconoce su culpa y pide clemencia. El coronel Terreros, hijo de la víctima, quien 3 ha buscado al asesino de su padre para vengarse mandándolo fusilar, al encontrarlo se conmueve y ordena un cambio en la sentencia que aminore el sufrimiento del condenado, emborrachándolo para que no le duelan los tiros. Analizar cómo se da esa transformación constituye el problema a resolver en mi investigación.