Lugares y actitudes, la muerte en la ciudad de Guadalajara, siglos XVIII Y XIX

Abstract

El interés principal de la presente investigación está centrado en el cambio experimentado en la práctica funeraria tapatía, que pasó, del uso de los lugares sagrados trolados por la Iglesia. al uso de los lugares secularizados controlados por el Estado. tro del periodo 1 780- 1896. Tal delimitación comprende en su fecha inicial la fundación e una nueva iglesia. y un nuevo camposanto anexo a ella. construidos en el extremo norte e la ciudad de Guadalajara. El Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe fue esa iglesia, y reservó espacios funerales tanto en su interior como en su área exterior, de la misma manera en que lo habían venido haciendo las iglesias anteriormente fundadas en nuestra ciudad, entre ellas San Juan de Dios. Mexicaltzingo, las iglesias conventuales, la ayuda de parroquia del Sagrario, y la iglesia Catedral. El Santuario presenta la ventaja de que al estar incluido en la magna obra promovida por el Obispo Antonio Alcalde a fines del siglo XVIII, nos resulta mejor conocido que los establecimientos funerarios anteriores a él. El Santuario cobró relevancia casi de manera inmediata. con motivo de la ayuda que prestó a la sociedad en la desgracia experimentada por la ciudad en el año de 1786, en que la acción combinada de la enfermedad y del hambre produjeron muchas muertes: entonces los lugares tradicionales de entierro localizados junto a las iglesias más céntricas, se declararon colmados en su capacidad, y los deudos llevaron los cadáveres aún numerosos a las puertas del Santuario, esperando que encontraran ahí cabida.