PRUEBA PILOTO DEL MÓDULO DE EDUCACIÓN BÁSICA PARA JÓVENES Y ADULTOS: “POR UN MEJOR AMBIENTE”

Abstract

El campo de la educación ambiental se desarrolló en el último cuarto del siglo XX, a partir del reconocimiento de la necesidad de educar a la población en general, y en especial a las “nuevas generaciones”, con el propósito de sensibilizarlas y que tomaran conciencia sobre los problemas ambientales, para conseguir en el largo plazo la construcción de sociedades que se relacionaran de mejor forma con la naturaleza y aprovecharan de manera racional los recursos naturales. En cierto sentido se privilegió el potencial transformador latente en la niñez, endosándole la responsabilidad de revertir los procesos de deterioro ambiental que provocamos sus antecesores, y se dejó de lado que la gravedad de los problemas, demanda un énfasis en la toma de conciencia de quienes ahora podemos actuar para detener la destrucción del ambiente. En México se ha realizado comparativamente una mayor labor de educación ambiental enfocada a atender a la niñez, que la que se ha llevado a cabo con los adultos, quienes somos los que podemos tomar las decisiones y establecer las medidas correctivas que solucionen los problemas ambientales y reorienten los modelos y estilos de desarrollo. En cuanto a la educación básica que ofrece sistema educativo nacional, en forma predominante la educación ambiental se ha orientado a la atención de niñas, niños y adolescentes que realizan sus estudios dentro del sistema escolarizado, lo que deja prácticamente sin atención a las personas de 15 años o mayores, que al no haber terminado sus estudios de primaria y secundaria están en rezago educativo, y cuyas posibilidades de concluir su educación básica se encuentran solamente en el sistema abierto. A partir de las reflexiones efectuadas en los últimos años en materia de educación y desarrollo, comienza a ganar consenso en distintos ámbitos la idea de que el trabajo en educación ambiental de jóvenes y adultos debe ser prioritario, debido fundamentalmente a que el acelerado proceso de deterioro ambiental y la sensible disminución en la calidad 2 de vida de amplios sectores de la población, hacen pensar que de no tomarse las medidas pertinentes, poco podrán hacer las generaciones futuras para la recuperación de los ecosistemas afectados y el aprovechamiento racional de los recursos naturales.