Aseguramiento de la calidad de planes y programas de estudio.

Abstract

La globalización y la llamada sociedad del conocimiento han influido en las dinámicas de los sistemas educativos nacionales. Hoy en día las Instituciones de Educación Superior (IES) tienen gran centralidad en la economía de los países y son el centro de atención para el diseño gubernamental de políticas públicas para la atención de las demandas de la sociedad. De la implementación de estas políticas públicas se han generado nuevos escenarios y nuevos retos para la educación, la sociedad y los gobiernos. La evolución de los sistemas educativos nacionales, se movilizan en torno a dinámicas de diversificación, diferenciación y convergencia, generando nuevas necesidades en materia de regulación, financiamiento y control. Al otorgarle a las IES un papel estratégico en esta era de globalización y conocimiento, se pone especial atención a aspectos como la calidad y la capacidad de la educación para dar respuestas formativas a los nuevos contextos, todo esto, en un marco político contextual que versa en torno a temas de control, supervisión y coordinación. Este marco involucra el diseño e implementación de políticas públicas de educación superior, grados y tipos de control institucional de los gobiernos sobre las IES, y en el caso de países como México con un régimen federalizado, también intervienen, entre otros factores, la coordinación entre ámbitos de competencia jurídico-espacial y entre subsistemas. Estas políticas de coordinación, forman parte de una problemática muy particular que involucra temas de proliferación de instituciones y programas gubernamentales, la adopción y operación de diseños institucionales que generen climas de gobernabilidad en las relaciones interinstitucionales entre el Estado, organismos externos y las instituciones de educación superior. Para Rodríguez (2014), la coordinación es un tema relevante y estratégico en el diseño y gestión de instrumentos y procesos, reconocidos como elementales para afirmar la plataforma de calidad que la sociedad y el Estado reclaman a las Universidades Públicas de Educación Superior (UPEs) e Instituciones Particulares de Educación Superior (IPES); las prácticas internacionales dirigen la fórmula de disponer un adecuado sustento normativo a las prácticas de coordinación, estimulación del desarrollo universitario regional y local con un enfoque de incidencia sobre estándares de calidad con alcance nacional e internacional. La educación superior ha crecido de manera exponencial en las últimas décadas, tanto en matrícula como en número de instituciones, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 2016 casi cuatro millones de estudiantes están inscritos en más de 3 mil UPEs e IPES (sep, 2017); estos datos dimensionan el fenómeno y muestran la importancia que tienen las políticas de coordinación de los últimos años y su influencia en las dinámicas de desarrollo del sistema de educación superior nacional, así como en la ampliación y diversificación de la oferta educativa. La expansión del sistema de educación superior nacional ha significado un reto en el tema del aseguramiento de la calidad y la posibilidad de ofrecer garantías de que los estudios profesionales se realicen en programas educativos de buena calidad. México cuenta con una matrícula de más de 4 millones de estudiantes en educación superior, de los cuales 2.57 millones acuden a UPEs y 1.069 millones se preparan en instituciones y universidades privadas (Fuentes, 2017). El Estado de Jalisco cuenta con más de 1200 planes y programas con Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) federal y más de 193 RVOE estatal (sep, 2017), de una matrícula de aproximadamente 4 millones de estudiantes a nivel nacional, el estado de Jalisco matricula a más de 237 mil estudiantes (Zuñiga, 2017). El número de estudiantes inscritos en planes y programas de estudio, dimensionan el fenómeno y ponen sobre la mesa aspectos más de orden cualitativo como la calidad, ¿cuál es la calidad de los planes y programas de estudio que ofertan las instituciones, tanto públicas como privadas?, es en este punto en que la evaluación, certificación y acreditación de programas se convierten en procesos centrales para los sistemas educativos nacionales, los gobiernos, los usuarios, las organizaciones académicas, los colegios y los profesionales del campo.