Efecto a mediano plazo de un incendio forestal en depredadores tope (Panthera onca y Puma concolor) y sus presas grandes (Odocoileus virginianus y Pecari tajacu)

Abstract

Los incendios forestales modifican el hábitat de la fauna, lo que puede afectar sus abundancias, el uso del área y las interacciones depredador-presa. Por ejemplo, se elimina el sotobosque, lo que aumenta la visibilidad; lo que potencialmente afecta al riesgo de depredación de presas por felinos que cazan mediante el acecho. Nuestro objetivo fue evaluar el efecto de los incendios forestales a mediano plazo, tres años después, en grandes felinos, jaguar (Panthera onca) y puma (Puma concolor), y en sus presas grandes, venado cola blanca (Odocoileus virginianus) y pecarí de collar (Pecari tajacu) presentes en bosques subtropicales, así como su relación con variables de hábitat, entre la zona quemada y no quemada. Postulamos que las abundancias del jaguar, el puma, el pecarí y el venado serían más bajas en zona quemada por la alta densidad de estrato arbustivo y falta de visibilidad. El estudio se realizó en la parte alta de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, Jal, México, donde un incendio forestal quemó 18.369 ha en el año 2017. Colocamos 16 estaciones de cámaras trampa en el área afectada por el incendio (ZQ) y otras 19 en la no quemada (NQ). La separación entre cámaras fue de aproximadamente de 1 km de promedio. Determinamos la densidad del jaguar mediante modelos de captura-recaptura espacialmente explícitos, y para las demás especies, no individualizables, se determinó la abundancia por medio de modelos de abundancia de Royle-Nichols, para ver la relación con las variables de hábitat con la abundancia de cada una de las especies, en tres estaciones: época fresca-húmeda (diciembre 2019 a marzo 2020); seca -cálida (abril a junio); húmeda cálida (julio a septiembre). Encontramos que hubo diferencias entre años en los índices de abundancia relativa de las presas, con mayor IAR en 2020 respecto al 2014 en la zona no quemada. Mientras que los depredadores tuvieron mayor IAR en 2014 respecto al 2020 en la zona no quemada. En el caso del puma, venado y el pecarí de collar presentaron en 2020 abundancias más altas en la zona no quemada respecto la quemada y se relacionaron con variables de hábitat como la visibilidad y la distancia de acecho, lo cual determinan la distancia óptima para el acecho y emboscada de los depredadores a sus presas, la curvatura y el grado de visibilidad a diferentes radios de distancia desde el centro del camino. Mientras que, para el jaguar, encontramos que su densidad era más elevada en la zona no quemada, y debido al bajo número de registro, los modelos que relacionan la abundancia con las variables de hábitat medidas no fueron adecuados. Concluimos que el efecto del incendio ocurrido hace tres años, es debido a efectos indirectos del incendio, pues las variables determinantes para la abundancia de depredadores tope y sus presas son principalmente características estructurales del hábitat que se han visto alteradas a causa del incendio, lo que supondría que los depredadores son más abundantes en hábitats que les favorezcan en su modo de caza de acecho y emboscada, y que las presas se ven determinadas por el riesgo de depredación.