Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: https://hdl.handle.net/20.500.12104/94457
Título: The Cutzamala System as a hydrosocial cycle
El Sistema Cutzamala como ciclo hidrosocial
Editorial: Universidad de Guadalajara
Descripción: Pensar en el Sistema Cutzamala implica enfrentar una situación problemática compleja y multidimensional. La cuenca del Cutzamala constituye un complejo hídrico de producción, almacenamiento, conducción, potabilización y distribución de agua dulce.  El Sistema proporciona un servicio indispensable para la población y para el despliegue de las actividades económicas en el Distrito Federal y en el Estado de México. Al mismo tiempo, presenta niveles alarmantes de conflicto y deterioro social y ambiental así como también, en torno al agua.  Estos deterioros se expresan en una agudización constante de la violencia. No es casual, que el Estado de México sea la entidad donde el índice de feminicidio es más alto de todo el país[1] y donde las tasas de mortalidad causada por el crimen organizado es también una de las más importantes.             Construir las capacidades para la solución de problemáticas tan complejas supone transformar la concepción del agua, a partir de romper con al menos tres paradigmas. El primero tiene que ver con la noción de la naturaleza, entendiéndola como algo que no es externo al individuo ni ajeno a la política, como lo atestiguan las políticas actuales.  Las políticas (policies) que se han propuesto se caracterizan por considerar los problemas sociales y ecológicos como ‘externalidades’ al funcionamiento de la economía capitalista; mientras que lo que habría que buscar es la ‘internalización’ de la naturaleza como algo inherentemente político. (Swyngedouw, 2011, p. 49) Por el contrario, la demanda que plantea la realidad actual tiene que ver con la cada vez más imperiosa necesidad de cuestionar la legitimación de todas las formas de políticas (como ámbito de disputa) socio-ambientales, incluidas las políticas públicas y las intervenciones que parten de nociones imaginarias de Naturaleza y de la Sustentabilidad. Esto requiere de un marco político apropiado para construir una nueva forma de organización social. En otras palabras, las actuales nociones hegemónicas legitiman sólo una forma de entender y abordar las problemáticas socio-ambientales, caracterizadas por una intervención técnico-administrativa que dificulta la identificación de actores e intereses particulares que configuran esos conflictos. Se necesita otra forma de entender la política de la naturaleza y por lo tanto, del agua[2].             El segundo paradigma supone transformar la forma de organizar el gobierno del agua. La construcción moderna del agua deja fuera la naturaleza social del agua. De aquí que contraponemos la noción de ciclo hidrosocial al uso convencional del ciclo hidrológico, pues este último concepto se instala de manera natural, como el que prosigue eternamente con o sin actividad humana y apunta a una noción estática y cosificada de este ciclo.         El gobierno del agua no puede limitarse a una concepción abstracta, desmaterializada y universal del agua sin considerar la naturaleza social de las necesidades y los usos del líquido. Por ello, para organizar su distribución, sus reglas y su gobierno, es preciso una nueva concepción del agua. Nos referimos a la necesidad de instalar un orden social que decida respecto a sus significados, sobre los usos del agua, las instituciones, las leyes y las autoridades encargadas de gestionarla, y también sobre las técnicas y sobre la distribución de los beneficios derivados de su asignación.  Por tanto, la politización de la naturaleza y del agua implica el reconocimiento de que el objetivo primario de la política sea la intervención para cambiar el orden socio-ambiental establecido.  Por lo anterior, el tercer paradigma que ha de transformarse es el de la relación de poder inscrita en el orden social actual. En este punto de la reflexión la dimensión del poder deviene central y por lo tanto, una vez más, es del todo pertinente la concepción de ciclo hidrosocial de la geografía crítica expresada en el desarrollo de la ecología política.             El presente artículo busca contribuir a forjar alternativas al deterioro social y ambiental que el Sistema Cutzamala ha dejado en las décadas que ha estado operando, a partir de asumirlo como el producto de una hibridación entre lo social y lo ambiental. Intentamos en este documento dar cuenta de la forma en que los problemas de abasto y de distribución del agua en el sistema Cutzamala, así como su sustentabilidad futura, pueden ser comprendidos y atendidos a partir de observar el entramado de relaciones propio de un ciclo hidrosocial.  Es por ello que el presente artículo discute la posible transformación de los paradigmas planteados a partir de la experiencia del Sistema Cutzamala.   [1]                  Pueden consultarse las siguientes fuentes:                 http://www.jornada.unam.mx/2013/03/08/sociedad/045n1soc (consulta noviembre 2014) y http://www.conavim.gob.mx/work/models/CONAVIM/Resource/103/1/images/1PresentacionResultadosEstudioNacionalsobrelasFuentesOrigenes.pdf (consulta noviembre 2014) [2] Puede revisarse esta discusión más en extenso en la tesis de Maestría de Juanalberto Meza Villegas (2020)
URI: https://hdl.handle.net/20.500.12104/94457
Otros identificadores: http://vinculossociologiaanalisisyopinion.cucsh.udg.mx/index.php/VSAO/article/view/7634
10.32870/vinculos.v3i6.7634
Aparece en las colecciones:Revista Vínculos Sociología Análisis y Opinión

Ficheros en este ítem:
No hay ficheros asociados a este ítem.


Los ítems de RIUdeG están protegidos por copyright, con todos los derechos reservados, a menos que se indique lo contrario.