“ANÁLISIS DEL MERCADO DE DERECHOS EDITORIALES DE LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE GUADALAJARA Y SU VALOR ECONÓMICO PARA LA INDUSTRIA JALISCIENSE”

Abstract

Luego de la caída del sistema económico feudal en Europa surge el sistema capitalista como un orden o sistema social basado en el usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción en una estructura productiva de la cual deriva todo un orden social; relaciones interpersonales, ideología, toma de decisiones, modos de actuar y pensamiento subjetivo. Así, Manuel Castells (2004) no define al capitalismo como un solo modo productivo sino también como un modo de acción e interpretación de la vida. Marx (2014), define a la acumulación originaria como la base del capitalismo en donde para ello había sido necesaria la expropiación a los trabajadores de la tierra y a los artesanos, y a su vez la explotación de las colonias. Define tres etapas: cooperación, manufactura y gran industria. Mismas que desencadenan la “explotación del hombre por el hombre”. De esta manera, el capitalismo crea una sociedad de clases móviles dependientes directamente de su éxito o fracaso económico en el mercado de consumo, lo que influye en el resto de la estructura social según la variable de capital acumulada; por tal razón en el capitalismo la riqueza y la pertenencia a una clase social son movibles y no estáticas (¿Qué Es El Capitalismo?, n.d.), sin embargo, su estructura, muchas veces amañada, impide una distribución equitativa de los bienes ocasionando un aprisionamiento de las clases bajas por las clases altas y las mismas empresas al competir entre ellas dictarán el precio con base en la oferta y demanda en un mundo “libre mercado” Hoy, el capitalismo que abogaba por un libre mercado ha visto: desigualdad, individualismo, monopolios, endeudamiento, una modernidad líquida1 , extractivismo, deterioro ambiental con una sobreexplotación de la naturaleza y el inicio del fin de la clase media. La competitividad ha acelerado el apropiamiento de recursos y a su vez ha motivado poner un freno para seguir sobreviviendo como sociedad. Es ahí en donde se realiza un cambio en los recursos de producción y se instaura la economía creativa, la economía intelectual o la economía naranja. Se visualiza cómo ésta, puede llegar a unificar las condiciones sociales brindando un acceso igualitario a cada persona y siendo además un recurso ilimitado. Pero, un libre mercado en la economía creativa no funciona de la misma manera que lo hizo con las importaciones y exportaciones tradicionales. Este sector que comprende la generación de ideas y que alberga las expresiones culturales, los valores y las aspiraciones sociales que forman parte de los rasgos identitarios más importantes en una sociedad debe protegerse y regularse por todos sus miembros, no solamente por el cliente y el proveedor, es decir; debería, idealmente, involucrar a la iniciativa privada, a la academia, a los diferentes niveles de gobierno y a todos los ciudadanos en una dinámica de mercado global, no en un libre mercado. Según Jeremy Rifkin en su libro “La Civilización Empática (2010), el Estado siempre tiene que actuar en el desarrollo de una nueva revolución industrial. En la primera, pusieron los rieles, las infraestructuras; en la segunda, tendieron los gasoductos y las autopistas; en esta nueva revolución cognitiva y paradigmática también el Estado comienza a hacer lo propio. El mercado de derechos de autor no es la excepción y es que, aunque pertenezca a una industria creativa; sus redes de distribución y sus mecanismos comerciales siguen los mismos parámetros que cualquier otra industria. Por ejemplo: El Grupo Editorial Planeta tiene presencia en más de 20 países con más de 70 sellos editoriales y más de 2500 ejemplares ya sea en español, portugués o catalán; además posee presencia en otros medios de comunicación masiva como radio y televisión convirtiéndose en un líder de opinión, por su parte, Penguin Random House dispone de 42 sellos editoriales. Tanto Grupo Planeta como Penguin Random House son 2 de las editoriales más grandes en el mundo por lo que estos dos grandes gigantes comerciales se han convertido en monopolios concentrando más derechos, fondos y firmas que todas las editoriales independientes de Latinoamérica. De esta manera, además de controlar derechos editoriales, de comercialización, venta y distribución, explotan los legados culturales de varios países alrededor del mundo dejando poca ganancia en los países de origen. Para Zuil & Villarino (2017) las librerías en términos generales, se quedan con en torno a un 30% del precio final de los libros, un 20% se queda en la distribuidora y un 40% en la 9 editorial, de donde sale: impresión, distribución y derechos de autor, 10% para el autor y otros gastos relacionados con la producción del libro. En ocasiones, el mismo grupo editorial, absorbe a distribuidores que a su vez controlan a editoriales que, a su vez, controlan los derechos de autor de sus libros. Dando una ventaja absoluta al grupo editorial La Feria del Libro de Guadalajara es el mercado más grande de derechos de autor en español, sin embargo las editoriales que más la visitan pertenecen a Estados Unidos, Reino Unido y España, México ocupa el cuarto lugar sin embargo de esas editoriales Mexicanas se debe analizar cuáles son mexicanas realmente y cuáles pertenecen a conglomerados internacionales como Penguin Random House o Planeta, el presente trabajo encontró que sólo dos editoriales independientes jaliscienses participan en la FIL de un total de 21 editoriales registradas en el Sistema de Información Cultural (2021). De esta manera desaprovechan el potencial que genera este encuentro de negocios y frenan el desarrollo de la industria de derechos de autor jalisciense.