Complicaciones asociadas a colocación, uso y retiro de reservorios venosos totalmente implantables tipo port-a-cath en pacientes oncológicos pediátricos

Abstract

INTRODUCCION Uno de los avances más importantes dentro del campo de la medicina, es sin duda, el descubrimiento del acceso venoso. Y con ello todos los tipos de terapia médica de infusiones que se manejan actualmente (hidratación, analgesia, quimioterapia, nutricional, etc.), este descubrimiento per-se ha salvado más vidas que cualquier antibiótico o medicamento conocido. Desde la aparición de los catéteres venosos centrales de silicona percutáneos en la década de 1970 descritos por Broviac, y modificados por Hickmann, las indicaciones de la utilización de accesos venosos centrales se ha extendido sobre todo en niños. Clásicamente se accedía a la vía venosa por disección. En 1952 Aubaniac describe el acceso percutáneo subclavio. En 1982 Kirkemo describió la cateterización de la vena subclavia empleando la técnica de Seldinger por punción percutánea, que en la actualidad se ha convertido en la técnica de elección. En los años 80 se empezaron a emplear dispositivos implantables de acceso venoso central en pacientes pediátricos, al inicio eran exclusivos del área de oncohematológia, pero en la actualidad se ha extendido el uso a otras áreas como la nutrición. El desarrollo de esos sistemas en los últimos 20 años ha ido acompañado de una disminución de los porcentajes de complicaciones, mejoría en el confort del paciente y mejoría en el costo beneficio. Los catéteres tipo reservorio son implantados mediante técnica percutánea o venodisección en quirófano, son colocados por cirujanos o anestesiologos capacitados, este tipo de catéteres son colocados completamente por debajo de la piel, por lo tanto, no puede extraerse ni dañarse, tiene menor riesgo de infección, requiere mínima atención de mantenimiento, no requiere de apósitos, la heparinización es mensual para mantener la permeabilidad. El factor limitante de la duración de un sistema es la membrana de silicona del portal. En condiciones óptimas, está membrana autosellante soporta hasta 2000 punciones antes de deteriorarse y perder la capacidad continente. El paciente oncológico pediátrico es candidato ideal para el empleo de dispositivos de reservorios venosos totalmente implantables tipo Port-a-cath. Aunque son más los beneficios suele haber complicaciones asociadas a este dispositivo. . 4 El promedio de complicaciones oscila en entre un 12-18% en el seguimiento a largo plazo. y se ha visto que las complicaciones decrecen además con el incremento de la experiencia en el implante y manejo de reservorios hasta en un 10-12%. Las complicaciones por la colocación o uso de estos sistemas se pueden presentar en cualquier momento, las complicaciones perioperatorias son las aparecidas durante el proceso del implante del dispositivo a lo largo de las dos primeras semanas, y se presentan como hematomas, hemorragias, neumotórax, migraciones, desconexiones , decúbitos o rotaciones. Otro grupo de complicaciones son asociadas al uso inapropiado del reservorio y la complicación más frecuente es de tipo infeccioso que se presenta en un 6-12%, a su vez la obstrucción del reservorio que es de un 6-9% puede ser total o parcial y condiciona el retiro y sustitución del mismo. Otro grupo mínimo pero con complicaciones considerables es del asociado al tiempo de uso y condición del catéter, conocido como fátiga del dispositivo y puede presentar amputaciones o migraciones del catéter o dispositivo. Presentamos nuestra experiencia en el uso de sistemas implantables permanentes tipo port-a-cath de acceso venoso central, en pacientes oncohematológicos pediátricos en los últimos 6 años de nuestro hospital.