Evaluación de niveles de cortisol y capacidad inhibitoria en pacientes adictos expuestos a un modelo de estrés experimental: análisis de correlación con incidencia de recaída

Abstract

La adicción es una enfermedad crónica caracterizada por el uso compulsivo y reincidente de drogas. Se estima que alrededor del 60% - 70% de los adictos que se proponen suspender el consumo, recaen durante el primer año de abstinencia. La capacidad que los sujetos poseen para manejar el estrés e inhibir adecuadamente el impulso de consumo son factores que determinan tanto el desarrollo de la propia adicción como de la recaída cuando se ha pasado por un periodo de abstinencia. El objetivo de este estudio fue evaluar los niveles de cortisol y la capacidad inhibitoria en pacientes adictos expuestos a un modelo de estrés experimental y correlacionarlo con la incidencia de recaída en el consumo de sustancias. Incluimos en el estudio a 75 jóvenes adictos de 17- 39 años de edad a punto de concluir un internamiento de 6 meses en una comunidad terapéutica y a un grupo de 22 jóvenes sanos en condiciones sociodemográficas semejantes. Todos los sujetos fueron expuestos a un modelo estandarizado de estrés experimental en el cual se evaluaron sus niveles salivares de cortisol y su capacidad inhibitoria antes, durante y después del procedimiento experimental. Al término de un año, confirmamos una incidencia de recaída de 76%. Encontramos además que los adictos poseen una menor capacidad atencional y de resistencia a la interferencia en condiciones de estrés. La menor capacidad para resistir a esa interferencia fue a su vez más intensa en los sujetos que recayeron durante el primer año de abstinencia. El análisis de niveles de cortisol en saliva, reveló que los adictos poseen menor capacidad para fluctuar ante condiciones de estrés. Los adictos en general exhibieron curvas significativamente menos pronunciadas y fluctuantes que los no adictos. Entre éstos, el efecto más intenso fue también observado en los sujetos con mayor incidencia de recaída. Concluimos que las fluctuaciones en niveles de cortisol y la evaluación del funcionamiento ejecutivo (atención/inhibición) como fueron usadas en este estudio, representan una valiosa herramienta diagnóstica en el ámbito de adicciones y ofrecen una potencial medida predictiva de incidencia de recaída.