Determinación de la digestibilidad de los lípidos y de la pérdida de energía en orina a través de compuestos nitrogenados en pacientes sanos dietéticamente controlados.

Abstract

La prevalencia e incidencia actual del sobrepeso y la obesidad representan un problema de salud pública importante, no solo en México, sino en todo el mundo, ya que es un factor que, reconocidamente aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), tales como: hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, dislipidemias, enfermedad coronaria, apnea del sueño e, incluso, algunos cánceres (mama, esófago, colon, riñón) (1). Además del problema de salud en sí, la situación anterior representa un reto económico importante para las instituciones de salud pública (y por ende para los gobiernos). En el caso de México, se estima un gasto anual de aproximadamente 3,500 millones de dólares, en la atención de las enfermedades causadas por el exceso de peso corporal (1). Ese problema ha crecido, como consecuencia, entre otros aspectos, de los cambios introducidos recientemente en el estilo de vida de una parte considerable de la población mundial, quienes han aumentado el consumo diario de comida, incluyendo una cantidad importante de alimentos con grandes cantidades de azúcares y lípidos, pero, además, en promedio han disminuido su actividad física diaria (2) . Los alimentos proporcionan al organismo la energía y las sustancias necesarias para el mantenimiento de sus funciones vitales. Centrando el aspecto energético de los alimentos, resulta claro que los alimentos son metabólicamente oxidados por el organismo, y que la energía máxima que podría ser adquirida de ellos, sería aquella denominada: calor de combustión (??). Sin embargo, los nutrientes ingeridos no pueden ser metabólicamente oxidados al máximo, de ahí que sea necesario definir la energía metabolizable (??), como aquella que un alimento proporciona realmente a cada individuo (3).