Tres modelos de igualdad distributiva

Abstract

Vivimos en un México, y también en un mundo, en el que las desigualda- des en distintos ámbitos parecen ser cada día más patentes y más amplias.

A pesar de que la Declaración universal de los derechos humanos dice que todas las personas hemos nacido iguales en dignidad, la realidad es que distintos tipos de desigualdades marcan nuestras vidas desde el mismo momento de nuestro nacimiento e incluso antes.

Por ejemplo, dos niños pueden nacer en distintas condiciones de sa- lud porque la madre de uno de ellos tuvo todos los cuidados y atenciones

médicas necesarias para prevenir posibles problemas prenatales, mien- tras que la madre del otro nunca tuvo oportunidad, ante la falta de acce- so a los servicios de salud, de visitar al médico ni siquiera una vez durante

todo su embarazo. Es claro que, desde su nacimiento, uno de estos niños ya nacerá con desventajas que posiblemente lo marcarán por el resto de su vida y lo condenarán a permanecer en el mismo estado de pobreza en el que nació. Así, es claro entonces que existen cierto tipo de desigualdades que pueden ser trascendentales porque impactan de manera fundamental la forma que toma la vida de las personas. Incluso, tales desigualdades pueden ser tan hondas que son determinantes en evitar que las personas puedan conservar su dignidad o mantener su autorrespeto como seres humanos.