Regulación del sistema económico internacional

Abstract

En el 2007 el mundo vivió uno de sus episodios más inciertos y sorpresivos.

El mercado hipotecario y crediticio de los Estados Unidos provocó una cri- sis financiera y económica de cobertura global (Levinson, 2010; Ferguson,

2008). Dicha crisis tuvo su auge global en el año 2008, con fuertes desequi- librios financieros internacionales y crisis de identidad y legitimidad del

sistema financiero en sí mismo. Ahora bien, lejos de argumentar una crisis técnica, la crisis financiera internacional abre la puerta a una discusión que trastoca no sólo el espectro económico, sino los fundamentos de la racionalidad misma de la economía, esto, no solamente por su relación causal entre variables económicas, sino también en la conceptualización de la perfectibilidad y credibilidad del proceso racional de los mercados. Por una parte, el concepto de racionalidad económica adoptado por la economía neoclásica principalmente, ha permitido a la economía -como disciplina- realizar significativos avances y ofrecer importantes respuestas

a muchos de los problemas económicos característicos de las complejas so- ciedades económicas. Por otra parte, ha constituido un freno para analizar y

responder adecuadamente a aquellos tipos de problemas económicos en los

que la racionalidad económica adoptada es incapaz de explicar el compor- tamiento y la motivación de las culturas y las personas que las conforman.

Muchos problemas económicos, tales como el desarrollo y el subdesarrollo, o de hecho el problema de la crisis financiera, no han tenido una explicación suficiente y clara.