ESTABLECIMIENTO EN UN BANCO DE GERMOPLASMA in situ DE AGAVES MEZCALEROS EN EL SUR DE JALISCO

Abstract

INTRODUCCIÓN

La palabra agave proviene del griego agavus que significa "admirable". Este género que fue descrito inicialmente por Lineo en 1753 y a la fecha se han descrito aproximadamente 31 O especies de las cuales, 272 se encuentran en México por lo que se le considera el pais con la mayor diversidad en este grupo de plantas. Los estados con la mayor riqueza en número de especies de agave son: Oaxaca, Chihuahua, Sonora, Coahuila, Durango y Jalisco (Núñez y Vázquez, 2003).

Pese a la gran diversidad de agaves, sólo algunos han sido tradicionalmente cultivados en Mexico, y para 1998 el 96 % de la superficie cultivada con agave en el país se ubicaba primordialmente en el estado de Jalisco sin embargo, la gran mayoría de ésta para la producción de tequila (Núñez y Vázquez, 2003). Durante varias décadas en Jalisco y particularmente en la región donde tradicionalmente se cultiva el agave se ha enfrentado con ciclos de baja producción y sobreproducción de la materia prima (piña de agave) para la elaboración del tequila, constituyendo en la actualidad una amenaza potencial para la supervivencia de las especies silvestres y cultivadas de agave en el país ya que el agave azul se siembra con mayor frecuencia en casi todos lados de Jalisco y muchas especies las cuales en su mayoría son nativas de las zonas secas del sur de México (lllsley, 2001 ). Otra problemática derivada de la producción del tequila está relacionada con la determinación de la región de origen del tequila y la expansión de las área para la producción del cultivo de agave al menos en Jalisco, lo cual ha generado que muchos de los terrenos agrícolas que eran dedicados a otros cultivos (maíz, sorgo, hortalizas) están siendo transformados hacia este sistema productivo, o bien que se esté cambiando el uso del suelo para establecer plantaciones en condiciones muchas veces no aptas para dicho cultivo. Esto último se puede observar en algunas regiones por el desmonte de grandes

extensiones de terrenos principalmente de selva baja para el establecimiento de plantaciones en pendientes muy pronunciadas, generando un fuerte impacto por erosión del suelo y afectando en gran medida a las variantes silvestres de agaves o locales cultivadas que se reproducen en esos lugares (Arciaga, 2003; Miramontes y Pelayo 2007).