Análisis Comparativo de la Arquitectura Funeraria de los Panteones Decimonónicos: El Señor de la Misericordia en Encarnación de Díaz y La Soledad en Lagos de Moreno

Abstract

Desde los primeros tiempos, la humanidad ha mostrado la necesidad de preservar la memoria de quienes dejan este mundo, llegando a evocar y exaltar la memoria de los muertos a través de la conservación de sus restos materiales. En este sentido la arquitectura sirve como un catalizador para distintas manifestaciones en las que se hace presente una y otra vez este ideal, en el que los restos mortales se convierten en el usuario 1 principal de la arquitectura, mientras que los vivos fungen solo como espectadores de ella. La arquitectura funeraria recorrió a lo largo de su historia un camino que la llevó a figurar dentro y fuera de la concepción de las ciudades, no fue sino hasta los primeros siglos d.C. que se consolidó como parte de la vida cotidiana de los europeos y realizó su incursión al interior de las iglesias y capillas, conviviendo de manera directa con los vivos y formando parte de conjuntos religiosos. Los valores europeos tomaron relevancia durante el proceso de colonización del nuevo continente, cuando al momento de la conquista se fusionaron las cosmovisiones de las culturas sometidas con la de los españoles, dando como resultado una manera particular de ver la muerte, la cual se vió reflejada en lo posterior en las celebraciones del día de muertos y en la propia arquitectura vernácula funeraria.