ANOMALÍAS DE PRECIPITACIÓN Y SU RELACIÓN CON LOS CICLONES TROPICALES QUE AFECTAN A LA ZONA METROPOLITANA DE TAMPICO Y AL ÁREA METROPOLITANA DE MONTERREY DURANTE EL PERIODO 1981-2022

Abstract

Los ciclones tropicales (CT) contribuyen en gran medida a la precipitación anual (PA) en algunas zonas del noreste de México. Sin embargo, el impacto de los CTs experimenta una variación interanual, causada por algunos patrones atmosféricos sinópticos como alta presión subtropical del Atlántico Norte (NASH), la corriente en chorro de bajos niveles del Caribe (CLLJ) o la convección profunda (DC), así como, por modos de variabilidad climática como El Niño – Oscilación del Sur (ENSO), la Oscilación de Madden-Julian (MJO), la Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO), la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), la Oscilación Ártica (AO) y la Oscilación Cuasi-Bienal (QBO). Con esta tesis se propuso determinar la anomalía de PA en dos regiones del noreste mexicano, la Zona Metropolitana de Tampico (ZMT) y el Área Metropolitana de Monterrey (AMM) y establecer la relación con la actividad ciclónica, los patrones sinópticos y los modos de variabilidad. Se utilizaron datos de CHIRPS para precipitación y de ERA5 para otras variables atmosféricas, además, los índices de variabilidad climática provistos por la NOAA. Se calcularon anomalías de precipitación y correlaciones de Pearson para identificar las relaciones. Durante 2011-2022, la región de la ZMT experimentó anomalías negativas (positivas) de PA cuando los CTs dejaron lluvia por debajo (encima) de la media. En la región del AMM el efecto de la lluvia de los CTs solo se reflejó cuando estuvo por debajo de la media (con anomalías negativas de PA). La DC sobre ambas regiones favorece que los CTs induzcan más lluvia, aunque se encuentren a más de 200 km. El CLLJ tiene mayor influencia en la actividad ciclónica (aumenta cuando esta corriente se debilita) y la posición de la NASH es preponderante para que las trayectorias de los CTs alcancen las regiones de estudio. En la ZMT, La Niña en combinación con la fase fría de la AMO y las fases negativas de la NAO y la AO, favorecen a un superávit de PA. En el AMM, las anomalías positivas de PA se potencian cuando se presenta El Niño, la fase cálida de la AMO, las fases frías de la NAO y la AO, además de la fase del oeste de la QBO.